Odilianny y Carlos: Un Amor que Desafío las Expectativas

La historia de Odilianny y Carlos comenzó en el colegio, durante el primer año de bachillerato. Curiosamente, al principio no eran amigos e, incluso, según nos cuenta Odilianny, Carlos no le caía bien. Sin embargo, el destino tenía otros planes. Una amiga en común comenzó a salir con un amigo cercano de Carlos, lo que los llevó a compartir más tiempo juntos, estudiar y trabajar en proyectos en la casa de Carlos. Fue en esos encuentros donde nació una amistad genuina que, con el tiempo, se transformó en amor.

Su primera cita oficial como pareja fue en Iguana Park. En lo alto de la rueda de la fortuna, Carlos le pidió a Odilianny que fuera su novia, marcando el inicio de una hermosa historia de amor que ha perdurado por más de 13 años.

Durante un viaje a New Jersey para el nacimiento de su sobrina, y coincidiendo con el cumpleaños de Odilianny, Carlos preparó una sorpresa inolvidable. En Hoboken, el lugar de nacimiento de Odilianny y lleno de recuerdos de su infancia, Carlos le propuso matrimonio. Este gesto hizo que el compromiso fuera aún más especial, ya que Odilianny siempre había deseado que Carlos conociera sus raíces.

La planificación de la boda fue rápida pero significativa. La ceremonia se celebró en la hermosa iglesia Regina Angelorum, ubicada en la Zona Colonial de Santo Domingo, un lugar lleno de historia y encanto. Posteriormente, la recepción tuvo lugar en el elegante Hotel Embassy Suites by Hilton en Santo Domingo, donde familiares y amigos se reunieron para compartir y celebrar este día tan especial. Contaron con la experiencia de la wedding planner Jenny de Hada Madrina, quien se encargó de que cada detalle reflejara la esencia de la pareja y garantizara una celebración inolvidable. Odilianny y Carlos tenían claro que deseaban una ceremonia con la presencia de Dios y rodeada de las personas más importantes para ellos. No buscaban aparentar, sino celebrar su amor de manera auténtica y sincera.

El día de la boda estuvo lleno de emociones. La ceremonia fue el momento más memorable para ambos, donde sintieron la presencia de Dios y disfrutaron cada instante sin nervios ni dudas. Sin embargo, lo que muchos no sabían es que Odilianny estaba enferma ese día, con fiebre y malestar. A pesar de ello, su determinación y alegría le permitieron disfrutar plenamente de su boda, demostrando que el amor verdadero supera cualquier obstáculo.

Odilianny y Carlos ofrecen los siguientes consejos para quienes están planificando su boda: personalicen su boda para que refleje sus gustos y personalidad, sin intentar cumplir las expectativas de los demás; elijan proveedores de confianza para garantizar que todo salga según lo planeado; y disfruten cada momento, ya que el día pasa rápidamente y es importante vivir cada instante al máximo.

La pareja expresó su gratitud hacia su fotógrafo con estas palabras: "Roberto, como tú no hay dos. Estamos sumamente agradecidos y muy contentos con los recuerdos tan preciados que nos permitiste atesorar."

Cada historia de amor es única y merece ser contada.